sábado, 28 de agosto de 2010

Una carroñada


A veces apetece algo diferente, un poco gore y dices...  venga, este finde una carroñada, y puede que salga bien o mal, como todo. a mi gusto salió bien, al menos yo vine contento.
Un madrugón, entrar en el Hide de noche para no levantar recelos en la fauna y a esperar, primero frío, luego calor, luego cansancio, pero cuando empieza la acción se te olvida todo.
Aqui unas fotillos, un breve resumen del chorro de fotos que hice.




Con las primeras luces aparecen los mas valientes, los milanos, en la foto un milano real, que da tímidamente los primeros picotazos.




Pero en seguida se percatan del festin los buitres y caen del cielo por todos lados, salen de entre las encinas, y te das cuenta que estaban observando de cerca a la espera del momento apropiado, parecía que estábamos solos en el campo y de repente algo pasa y salen de golpe, es un espectáculo increíble.


Las peleas, graznidos y picotazos son constantes, ya cuando la vorágine empieza da igual lo que hagas, no se asustan ni escuchan nada, por mucho que dispares y muevas la cámara no se percatan, bueno...  alguno mas desconfiado como el de la foto mira extrañado.




Es una montaña de buitres leonados en desenfrenada lucha por pillar bocado, mal momento para salir del hide y tropezar...




En tan solo 20 minutos quedó así la oveja, aun venia corriendo algún rezagado pero ya era tarde.





Es ahora, cuando llega el turno de los buitres negros, mas corpulentos pero en menos cantidad por lo que no se atreven a entrar en la lucha, ellos se dedican a los tendones y partes mas duras que los leonados no quieren.




                                                                       




Ahora son los leonados los que descansan del festín y miran a los negros por si acaso se han dejado algo...












Un viejo buitre negro descansando después del festín.







Un leonado con el tren de aterrizaje preparado.












Aquí el trio de los habituales carroñeros, un alimoche joven, aun con plumaje casi negro, un buitre negro joven y un buitre leonado





Un milano real en el posadero, una de las rapaces mas bonitas.






Un alimoche en el mismo posadero.





Y nuestro escondite, una buena forma de pasar el día en buena compañía.

1 comentario:

  1. Jo que pasada, son espectaculares todas todas las fotografías, cómo saben cada uno de ellos cuándo acechar y cuándo es su momento o turno. No había visto ésta entrada y la verdad que es impactante, cualquiera saca la mano del hilde con tanta ave tan dulce alrededor :-). Un saludo Fernando. (AA)

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